Estamos de celebración. Ya se terminó la CRISIS.
Igual no os habíais dado cuenta, pero ya no estamos en crisis.
Si leéis los periódicos, veis los telediarios, o escucháis la radio, la palabra crisis aparecerá decenas de veces en un día. Pero, ¿qué es una crisis? ¿Es posible que España esté en crisis?
Yo creo que no. Y para explicarlo, voy a hacer una analogía con un desastre natural, por ejemplo un maremoto, que en los últimos tiempos la humanidad ha vivido varios.
El maremoto arrasa todo lo que encuentra a su paso. Destruye todo. Edificios, coches, árboles, y se lleva vidas a su paso. Cuando termina, el agua tarda, dependiendo del sitio, más tiempo o menos tiempo en volver a su sitio. En algunos lugares puede que incluso se anegasen los terrenos y se quedasen así, sobre todo si el hombre ha quitado esos terrenos antes al mar.
La crisis ha sido un maremoto. Nos ha arrasado. Ha provocado estampidas y ha habido mucha gente que lo ha pasado muy mal, y lo está pasando muy mal. Y como en el maremoto, lo pasará mal aunque la ola haya pasado. Porque mientras el agua se retira, y no es 100% seguro que lo haga, esa gente estará en precario.
La crisis nos ha arrasado. Pero la crisis ya se ha ido. Estamos en las consecuencias de la crisis. Por tanto, no estamos en la crisis en si. No estamos en crisis.
Lo que ocurre es que la ola ha pasado, y nos ha devastado. Y sus efectos continúan haciendo que edificios que no estaban bien asentados se caigan.
Pero nosotros estamos ahora ante una nueva realidad. Y lo que yo propongo es que aprendamos a vivir en esta nueva realidad que nos toca, porque si esperamos salir de esta situación en breve, no me extrañaría que las consultas de los psicólogos se llenasen poco a poco, porque nuestra NUEVA REALIDAD es como es, y la tendremos por muchos años.
Cuando NUEVA REALIDAD actual cambie hacia una etapa de crecimiento económico rápido, a los analistas les dará por decir que estamos en un increíble tiempo de BONANZA ECONÓMICA. Y sin embargo, sólo será un tiempo de paso hacia otra realidad.
A veces con los cambios retrocedemos, y otras veces avanzamos. Si queremos poner etiquetas a todo, y culpar a esas etiquetas de hasta el por qué he cogido un resfriado, lo podemos hacer, pero así no estamos ayudando en nada a la mejoría.
Sin embargo, si piensas que estás en una nueva realidad, pasarás a valorar cada aspecto positivo nuevo que se vaya desmarcando del camino de nuestra nueva realidad, y valoraremos más las cosas.
Os animo, desde aquí, a aceptar esta nueva realidad, y trabajar para que cada día sea mejor que el anterior para poder llegar cuanto antes a la etapa, que vendrá, de bonanza económica.
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