Siempre que hablo con alguien, ya sea en plan informal o en plan formal en algún curso de formación, un buen porcentaje de las veces surge el tema de crear un portal "increíble" del que la gente no me puede dar detalles, porque yo mismo podría poner esa idea en marcha.
Si cada vez que me hubieran dicho que alguien que tenía una genial idea y que no me la podía contar por si la realizara yo me hubieran dado 10 euros, no os voy a decir que me iba a hacer rico, no, porque no conozco a tanta gente :-), pero seguro que una buena cena con mi familia en algún buen restaurante, con botella de champagne y todo, caía.
Yo deseo a todas esas personas que tienen ideas toda la suerte del mundo para llevarlas a la práctica y que además les funcionen, porque esa luego es la parte dificil.
Y es que yo se de que hablo. Cada año trabajo múltiples ideas nuevas, y la mayoría no siquiera llegan a funcionar. Está claro que hay que invertir muchas horas en pensar y trabajar una idea, pero el éxito dependerá de si la gente está dispuesta a pagar por tu producto o tu servicio. Muchas veces, el tiempo de esas geniales ideas no es el adecuado, y no funcionan. Otras si. Gracias a Dios, algunas ideas si funcionan, y nos permiten seguir teniendo "abierto el chiringuito".
Pero ¿por qué será que todos o a casi todos los que trabajamos con temas informáticos nos da por pensar en portales, redes sociales, webs y demás? ¿No podríamos tener una idea sobre un coche con un motor magnético, por ejemplo? Si es una idea, ¿qué límite hay para las ideas?
En el mundo de las propuestas con éxito hay muchísimas que no están ligadas precisamente a la actividad que el inventor tenía hasta ese momento. Inventor o emprendedor.
Porque, todos habéis visto esos programas de TV de "Madrileños por el mundo", o "Españoles por el mundo",¿verdad?
Yo me pregunto, ¿es que a ninguno de esos les ha ido mal? No lo entiendo. Pero es increíble ver cómo un físico se reasigna a un proyecto vinícola y se hace de oro. Por poner un ejemplo de éxito.
El caso es que "portales de oro", como he venido a llamar a todas estas ideas informáticas que se nos ocurren a los que trabajamos en estos temas, si nos ponemos a analizarlo, igual requieren más inversión que un terreno con una plantación. Al menos, si queremos que sea de éxito.
O no. Nunca se sabe.
Yo, desde luego, os animo a todos. Pero bueno, tampoco hace falta que la gente me trate como si fuera el gran Amancio Ortega, evitando hablar de sus ideas, porque aunque quisiera, tampoco podría yo desarrollarlas todas :-)
Un saludo.
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